4.1.08

La llave

Escarbás en la tierra dura hasta que te sangran los dedos, pero no la encontrás.
Vaciás tus cajones, revisás todos los libros, das vuelta hasta la ultima caja, pero no la encontrás.
Apilás una silla encima de otra, y otra, y otra más, una escalera imposible, inestable e improbable, que trepás con desesperación, pero no, tampoco la encontrás escondida en la terraza de tu cabeza.
Pero en un momento una de las sillas en las que se apoya tu razonamiento se aplasta con el peso de esa inseguridad reciente y creciente, y el golpe contra el suelo resulta mucho mas fuerte de lo que hubieras creído.
El dolor que te produce no saber lo que querés ahoga el dolor de la caída.
Te ponés a pensar seriamente, considerás todas las posibilidades, y te das cuenta que si encontraras la llave, realmente no sabrías si abrir o no la puerta.
Tal vez no la encontrás porque ese miedo, relegado a lo más profundo de tu inconsciente, tiene suficiente fuerza como para cegarte y no dejarte ver la manera de salir de esa habitación en la que vos mismo te encerraste.
¿Y qué es lo que está afuera, esperando que abras la puerta?. Pensás en mirar por la cerradura, pero no, si supieras lo que hay detrás de la puerta tendrías que decidir algo. Comodidad, inseguridad, todo viene a lo mismo.
Pero ahora viene la impaciencia. Y mirar por la cerradura te parece el único paso lógico y posible para salir de ahi, ya no podés retrasar más la situación.
Ves lo que esperabas, y lo que esperabas era lo que querías ver. Y ahi está la llave, donde siempre estuvo. Encima de la mesa donde apoyaste todo lo que moviste de lugar, abajo de todo lo que moviste de lugar.

3 comentarios:

Anemic dijo...

te aaaamo jahdkasd
y ya opine sobre lo qe escribiste ^^

The Haunted dijo...

sos un jor :O
huy, me voy a comer,
y me voy a pensar en lo que escribiste, chau whore.

Anónimo dijo...

me gusto mucho, sos artie